La medida busca garantizar que no se otorguen preferencias raciales tras el fallo de la Corte Suprema que prohibió este criterio en los procesos de admisión.
El presidente Donald Trump instruyó al Departamento de Educación a recopilar datos detallados de admisión de todas las universidades y colegios que reciben fondos federales, incluyendo calificaciones, puntajes de exámenes y logros académicos, desglosados por raza y sexo.
El objetivo, según la Casa Blanca, es asegurar que las instituciones no utilicen criterios raciales encubiertos, pese a la prohibición establecida por la Corte Suprema en 2023.
“La Administración Trump se asegurará de que la meritocracia y la excelencia vuelvan a caracterizar la educación superior estadounidense”, declaró la secretaria de Educación, Linda McMahon.
Contexto y alcance
La orden ejecutiva surge ante la “falta persistente de datos” para verificar el cumplimiento de la sentencia del Supremo, que prohibió las admisiones basadas en raza pero permite a los solicitantes describir cómo su origen influyó en su vida.
La administración sostiene que muchas universidades usan ese espacio como una “laguna legal” para favorecer a ciertos grupos raciales.
El mandato ordena renovar el Sistema Integrado de Datos de Educación Postsecundaria (IPEDS) y ampliar la información exigida a las universidades. Quienes no cumplan con los nuevos requisitos enfrentarán medidas correctivas.
Reacciones
Edward Blum, presidente de Students for Fair Admissions, celebró la medida como “un paso histórico hacia la transparencia y la rendición de cuentas”.
En cambio, Ted Mitchell, del Consejo Americano de Educación, la calificó como una “engorrosa expedición de pesca” que sobrecargará de información a las instituciones sin garantizar resultados claros.
La medida afectará tanto a universidades altamente selectivas como a aquellas que aceptan la mayoría de solicitantes, siempre que reciban fondos federales.










