A lo largo de sus 200 años de historia, Bolivia enfrentó guerras, crisis sociales, sanitarias y desastres climáticos que afectaron su crecimiento demográfico y su desarrollo. Así lo afirman diversos historiadores que coinciden en que estos eventos moldearon profundamente el devenir del país.
Las marcadas diferencias sociales y culturales, junto con la exclusión histórica de indígenas y campesinos en la estructura estatal, siguen siendo aspectos clave en el análisis del desarrollo social boliviano.
Libertad y fuerza: el proceso de independencia
El primer gran hito fue el proceso de independencia, que duró 16 años. Según el historiador Jorge Abastoflor, este periodo fue decisivo en todos los ámbitos: político, económico, social y cultural.
“La independencia dejó al país con los medios de producción destruidos, vías de comunicación colapsadas y una población diezmada. A partir de ahí, la reconstrucción exigió fortaleza y resiliencia de los bolivianos”, señaló.
La Confederación y la expansión territorial
Otro momento determinante fue la creación de la Confederación Perú-Boliviana, que exigió grandes esfuerzos. Bolivia desplegó tres ejércitos para controlar un extenso territorio que iba desde el Amazonas hasta el Chaco Austral, y del Pacífico hasta el río Paraguay.
“Ese territorio tenía la extensión del Imperio romano bajo Diocleciano. Bolivia poseía una de las tres fuerzas militares más importantes de Sudamérica en ese tiempo”, afirmó Abastoflor.
Sequía, peste y Guerra del Pacífico
Previo a la Guerra del Pacífico, Bolivia atravesó una de sus peores crisis: una severa sequía en los valles, seguida de una epidemia de peste bubónica que diezmó a la población.
“El censo de 1854 registró 2.300.000 habitantes, pero en 1881 la cifra cayó a 1.100.000”, explicó Abastoflor. Esta pérdida demográfica se acentuó tras la guerra, que movilizó a miles de bolivianos para defender el país.
Revoluciones y guerras internas
Entre 1899 y 1903, Bolivia vivió tres conflictos importantes: la guerra civil entre norte y sur, la revolución indígena de Zárate Vilca y la Guerra del Acre. Estas luchas debilitaron al Estado y movilizaron a la población.
Décadas más tarde, se sumaron la Guerra del Chaco (1932) y la Revolución de 1952, eventos que transformaron la estructura política y social del país. “En esos 20 años, Bolivia dejó atrás el antiguo régimen y dio paso a la modernidad”, indicó Abastoflor.
El voto universal y la inclusión democrática
Un cambio significativo llegó con la Revolución del 52, que instauró el voto universal y reconoció la participación política de todos los bolivianos. Sin embargo, al principio las mujeres e indígenas tenían pocas posibilidades reales de ser elegidos.
Las dictaduras entre 1964 y 1982 marcaron un retroceso, hasta que finalmente se recuperó la democracia. Desde entonces, Bolivia inició un proceso de mayor apertura y participación ciudadana.
“El hito social más importante fue la democracia inclusiva”
Por: Fernando Cajías, historiador
Desde mi punto de vista, el mayor logro ha sido la transición de una democracia restringida a una más inclusiva. Al principio, ni mujeres ni indígenas podían votar; además, existían barreras económicas y de alfabetización.
Con el voto universal y el retorno a la democracia en 1982, este proceso se profundizó. Hoy, las mujeres ocupan cargos públicos y los pueblos indígenas tienen participación activa en el Gobierno. Sin embargo, aún persisten problemas como el fraude electoral y la corrupción, por lo que hablamos de una democracia en construcción.
“En la transición republicana, muchas cosas no se ajustaron”
Por: Mauricio Cazorla, historiador
Durante el paso de la Gobernación de Charcas a la República, los cambios fueron más formales que estructurales. Las élites asumieron el poder, mientras que los pueblos indígenas perdieron incluso los privilegios que tenían en el sistema colonial.
Aunque fueron fundamentales en la lucha independentista, los indígenas quedaron relegados como mano de obra agrícola sin derechos. Con el tiempo, el servicio militar y la migración a centros mineros permitieron una inclusión parcial, pero muchas promesas, como la restitución de tierras, siguen sin cumplirse.
“Al final de la Colonia, ya existía conciencia del mestizaje”
Por: Jorge Abastoflor, historiador
Tras tres siglos de dominación colonial, en 1825 ya se reconocía el mestizaje como parte esencial de la identidad boliviana. No obstante, la independencia significó un retroceso, al promover ideas de razas separadas, influenciadas por el darwinismo social del siglo XIX.
Esta visión eurocéntrica exaltó lo europeo y despreció lo indígena. Pero en la actualidad, Bolivia es el resultado de una fusión de culturas: indígena, europea, africana, asiática, entre otras.
En cuanto al Estado Plurinacional, considero que es más un formalismo. Aunque se reconoce la diversidad cultural en la Constitución, las estructuras institucionales siguen siendo esencialmente republicanas y no han cambiado de fondo.
/ A.T.C /
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