El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, advirtió que Bolivia enfrentará una crisis energética en 2028 si la próxima administración no continúa con los actuales planes de exploración hidrocarburífera.
Exploración como garantía del abastecimiento
Dorgathen, en entrevista con Bolivia TV, sostuvo que el abastecimiento de gas natural no está garantizado si el nuevo gobierno suspende los trabajos de exploración iniciados en 2021. Según explicó, revertir la caída en la producción de gas podría ser posible en 2027 o 2028, siempre y cuando se mantenga el actual ritmo de inversión y perforación de pozos.
Dos nuevas cuencas y producción en aumento
El titular de YPFB destacó el descubrimiento de dos nuevas cuencas: Subandino Norte y Mayaya. En esta última ya se realizaron perforaciones y está en fase de delimitación. También aseguró que la producción de petróleo se ha recuperado levemente, pasando de 2.800 barriles diarios en 2023 a 3.100 en 2025. Aclaró que los resultados en hidrocarburos no son inmediatos: se necesitan al menos cinco años para pasar de exploración a producción.
Caída del gas y dependencia de combustibles importados
Según datos de YPFB, la producción de gas se redujo un 54% entre 2014 y 2024. Esta caída no solo afectó las exportaciones, sino también el abastecimiento interno, ya que parte del diésel y gasolina provienen del condensado extraído junto al gas. Actualmente, Bolivia ya importa el 90% del diésel, el 60% de la gasolina y comenzó a traer GLP del extranjero.
Críticas a la gestión actual y dudas sobre descubrimientos
El exministro Álvaro Ríos cuestionó el discurso de YPFB, afirmando que lo que se presenta como un legado es en realidad un “sinceramiento tardío”. Aseguró que durante años se dejó de invertir y explorar, lo que inevitablemente llevará a importar gas. Ríos puso en duda el “descubrimiento” de Mayaya, afirmando que no se trata de una cuenca confirmada, sino de un pozo sin pruebas de producción sostenida.
Un futuro energético en manos del próximo gobierno
Dorgathen concluyó que el futuro del gas en Bolivia dependerá del rumbo que tome el próximo gobierno. Si se abandona la exploración, advirtió, el país enfrentará escasez en 2028 y una posible crisis energética para 2030. Para evitarlo, remarcó la necesidad de mantener la estrategia actual iniciada en 2021.
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