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  • LA MAJESTUOSIDAD DE LA ARQUITECTURA RELIGIOSA COLONIAL EN ORURO

    LA MAJESTUOSIDAD DE LA ARQUITECTURA RELIGIOSA COLONIAL EN ORURO

    MSc. Javier G. Vargas Choque

    El pasado 28 de junio del presente año, se realizó una actividad de referente a las “RUTAS PATRIMONIALES DE TEMPLOS COLONIALES DE PARIA, SEPULTURAS, SORA SORA, POOPO, HUANCANÉ, CHALLAPATA, SAN PEDRO DE CONDO, SANTIAGO DE QUILLACAS”, gestionada por Extension Cultural dependiente de la Direccion de Vinculacion Universitaria de la Universidad Técnica de Oruro. En la cual participaron estudiantes universitarios como también profesionales apasionados por la cultura, fotografía y arquitectura.

    Una experiencia realmente extraordinaria para aquellos que somos apasionados por el patrimonio arquitectónico y cultural de Bolivia, sobre todo del Departamento de Oruro.

    Un viaje fascinante a través del tiempo, donde la piedra labrada y los retablos dorados nos hablan de fe, arte y resistencia. Nuestra reciente visita a templos coloniales no fue simplemente un recorrido turístico; fue una profunda inmersión en el corazón de la historia y la cultura, permitiéndonos valorar la magnífica arquitectura y el rico contexto que rodea a estos monumentos de devoción. Cada arco, cada fresco, cada pátina del tiempo en sus muros, nos reveló la maestría de artesanos de antaño y la profunda espiritualidad que moldeó comunidades enteras. Más allá de la admiración estética, esta experiencia buscó generar una verdadera concientización sobre el legado histórico y artístico que poseemos, y una profunda sensibilización hacia la importancia de preservar estas joyas para las futuras generaciones.

    Declarado Monumento Nacional mediante Decreto Supremo Nro 8171 de fecha 7 de diciembre de 1967  

    TEMPLO COLONIAL DE PARIA

    Vista interior hacia la cúpula de la torre

    Torre independiente del templo colonial

    El Templo Colonial de Paria, ubicado a 23 kilómetros al noreste de la ciudad de Oruro, Bolivia, es un monumento de incalculable valor histórico y arquitectónico. Su importancia radica en ser considerada la primera iglesia construida en Bolivia, levantada por los agustinos en 1581, en lo que fue la primera población fundada por los españoles en el altiplano boliviano en 1535.

    La construcción del templo simboliza la imposición de la fe católica y el inicio de una nueva era. A pesar de su glorioso pasado, la población ha caído en el olvido, y el templo ha sufrido un deterioro considerable debido al abandono. Fue declarado Monumento Nacional en 1967, reconociendo su trascendencia histórica.

    Riqueza Arquitectónica: La iglesia de Paria, dedicada a San Ildefonso, presenta un corte colonial 100% original, lo que la convierte en un ejemplo excepcional de la arquitectura de la época. Aunque los detalles específicos de su diseño actual pueden variar debido a restauraciones y el paso del tiempo, se sabe que las iglesias de este período a menudo incorporaban elementos barrocos mestizos, fusionando las técnicas y estilos europeos con la iconografía y sensibilidades indígenas. La presencia de una torre y la estructura general de una iglesia colonial temprana son características distintivas. A pesar de su estado de deterioro, los intentos de restauración en el pasado, como el proyecto de 2006, demuestran el reconocimiento de su valor patrimonial.

    El Templo de Paria es un testimonio vivo de la compleja interacción entre las culturas incaica y española, y un recordatorio de la riqueza arquitectónica y la profunda historia que yace en el corazón del altiplano boliviano.

    TEMPLO COLONIAL DE SEPULTURAS

    Ingreso principal al templo, con un gran portal de piedra al estilo barroco

    Púlpito de la nave principal

    Ingreso lateral de jerarquía, arcos de medio punto invertidos

    El Templo Colonial de Sepulturas, ubicado en la comunidad del mismo nombre en la provincia Cercado del departamento de Oruro, Bolivia, es un testimonio invaluable de la época colonial y un punto de referencia para entender la riqueza histórica y arquitectónica de la región.

    La historia del Templo de Sepulturas se entrelaza con la propia historia de los asentamientos coloniales en el altiplano boliviano. Si bien la información específica sobre su fundación y desarrollo detallado es escasa en las fuentes disponibles, se sabe que las comunidades indígenas, bajo la influencia de la evangelización, construyeron numerosos templos rurales. La práctica de los enterramientos en camposantos contiguos a los templos era común en la época colonial, lo que le da un significado especial a su denominación. Es probable que, como muchas iglesias rurales de Oruro, haya sido un centro de vida religiosa y social para la comunidad, reflejando la interacción entre las creencias prehispánicas y la nueva fe impuesta. Su construcción y evolución probablemente estuvieron ligadas a la actividad minera y a los flujos de población que caracterizaron la región durante el periodo virreinal.

    Desde el punto de vista arquitectónico, el Templo de Sepulturas es un ejemplo característico de la arquitectura colonial rural andina. Construido principalmente con piedra, adobes y un techo de paja, materiales propios de la zona y de la época, demuestra una funcionalidad y adaptación al entorno. A diferencia de las grandes iglesias urbanas con elaborados estilos barrocos o neoclásicos, los templos rurales como el de Sepulturas a menudo exhiben una arquitectura más sobria y rústica, pero no por ello menos significativa.

    La elección de la paja para el techo, por ejemplo, es un elemento distintivo que resalta la técnica constructiva local y la disponibilidad de recursos. Aunque su fachada pueda ser más sencilla, es en los detalles y en la propia concepción del espacio donde reside su valor. Muchos de estos templos, a pesar de su aparente modestia exterior, guardan en su interior tesoros artísticos como retablos, pinturas murales y esculturas, que reflejan la habilidad de los artistas mestizos y la fusión de influencias europeas e indígenas.

    En síntesis, el Templo Colonial de Sepulturas es mucho más que una edificación antigua; es un libro abierto sobre la vida, las creencias y el ingenio de las comunidades coloniales en Oruro. Su estudio y preservación son fundamentales para comprender la profunda huella que dejó este periodo en el patrimonio cultural y arquitectónico de Bolivia.

    TEMPLO COLONIAL SAN BAUTISTA DE SORA SORA

    Fachada principal del templo, se aprecia la torre adosada al mismo

    Cielo visto de la nave principal, con estructura de madera (cielo restaurado)

    Retablo de madera bañado en pan de oro

    El Templo Colonial de San Juan Bautista de Sora Sora, ubicado en la provincia Pantaleón Dalence del departamento de Oruro, es una verdadera joya arquitectónica e histórica que se erige como testimonio viviente del pasado colonial de Bolivia. Fundado el 24 de julio de 1537, Sora Sora fue un importante punto de tránsito en la ruta hacia las minas de Potosí, lo que explica la magnificencia de su templo, construido alrededor de 1560.

    La historia del Templo de San Juan Bautista de Sora Sora está intrínsecamente ligada al desarrollo del pueblo y a la evangelización en la región. Durante la colonia, funcionó como iglesia matriz, encargada de registrar nacimientos, bautizos, matrimonios y decesos de la comunidad y pueblos aledaños, conservando hasta hoy sus valiosos libros de registro. Esta función central lo convierte en un archivo invaluable de la vida social y religiosa de la época.

    El templo ha sido testigo mudo de la opulencia de una cultura floreciente, pero también de los desafíos del tiempo y del descuido. Lamentablemente, ha sufrido robos de piezas decorativas y daños a sus imágenes religiosas a lo largo de los años. Sin embargo, gracias al esfuerzo de las autoridades locales, residentes y la población, se han llevado a cabo importantes trabajos de restauración, como la refacción del techado, buscando preservar este patrimonio para las futuras generaciones. Recientemente, el pueblo histórico de Sora Sora ha sido declarado Patrimonio Cultural Material Inmueble, Arquitectónico y Artístico del Estado Plurinacional de Bolivia, un reconocimiento que subraya su trascendencia.

    La arquitectura del Templo de San Juan Bautista de Sora Sora se enmarca en el estilo barroco mestizo, característico de la época colonial andina, que fusiona elementos europeos con motivos y técnicas indígenas. Aunque la información específica sobre sus detalles arquitectónicos es limitada, se sabe que su construcción data de 1560 y que para el siglo XVII ya contaba con su campanario.

    Uno de los elementos más destacados de su interior es su retablo principal, junto con otros detalles, que se encuentran forrados en pan de oro, lo que denota la riqueza y el esplendor que caracterizaban a los templos coloniales. La presencia de diversas imágenes religiosas coloniales, como la Virgen de Santa Bárbara, la Virgen del Rosario, el Señor de Santiago y San Juan Bautista, enriquecen aún más su valor artístico y devocional.

    La edificación, con sus gruesos muros, posiblemente de adobe y piedra, y sus contrafuertes, sugiere una construcción robusta y duradera, diseñada para resistir el paso del tiempo. Aunque no se especifica si posee una planta de cruz latina o un número determinado de naves, es común en este tipo de construcciones coloniales andinas.

    En suma, el Templo Colonial de San Juan Bautista de Sora Sora es un monumento que encierra siglos de historia, fe y arte. Su arquitectura barroca mestiza y su riqueza histórica lo convierten en un patrimonio cultural de incalculable valor para Bolivia, cuya preservación es fundamental para entender las raíces y la evolución de la región.

    TEMPLO COLONIAL SAN JOSE DE LAS BANDAS DE POOPO

    Elemento arquitectónico tipo quiosco al interior, con vista hacia la cúpula octogonal (se aprecian columnas de orden jónico y corintio)

    Vista hacia la cúpula octogonal del templo

    El Templo Colonial de San José de las Bandas de Poopó, ubicado en el departamento de Oruro, Bolivia, es una joya arquitectónica e histórica de incalculable valor, declarado Monumento Nacional en 1975. Su riqueza reside tanto en su construcción como en la profunda historia que atestigua, fusionando elementos precolombinos con la influencia colonial.

    La historia del Templo de San José de las Bandas de Poopó se remonta a los primeros años de la colonia, con algunas fuentes sugiriendo una edificación inicial tan temprana como 1535. Este lugar no solo fue un centro de culto católico, sino que, según estudios, también era un sitio ceremonial andino previo a la llegada de la religión católica. Esta dualidad resalta la compleja interacción cultural y religiosa que se dio en la región.

    A lo largo de los siglos, el templo ha sido testigo de importantes acontecimientos y transformaciones. Sus archivos judiciales albergan registros de bautizos de españoles, lo que subraya su relevancia en la vida social de la época. Incluso se menciona que el expresidente boliviano Isidoro Belzu tuvo vínculos con la zona. A pesar de los desafíos del tiempo, incluyendo robos de imágenes y deterioro, el templo ha mantenido su estatus como un referente de la memoria histórica de Bolivia. Las constantes iniciativas para su restauración, como los estudios TESA y proyectos de ley para declararlo Patrimonio Histórico, Arquitectónico y Cultural del Estado Plurinacional, demuestran la conciencia sobre su importancia y la necesidad de su preservación.

    La arquitectura del Templo de San José de las Bandas de Poopó es un testimonio de la evolución estilística a lo largo de los siglos coloniales. Aunque su edificación inicial pudo haber sido sencilla, con el tiempo fue ampliada y modificada. Se ha documentado una evolución de su estilo, transitando del barroco mestizo hacia el neoclásico a finales del siglo XVIII.

    Originalmente, su planta era en forma de cruz, con un ingreso directo, alas laterales y una nave central que albergaba el sagrario. Elementos como el retablo bañado en pan de oro y la estructura del portón eran especialmente reconocidos por su valor artístico. Las imágenes, algunas traídas de España y talladas en maderas especiales por su durabilidad, presentaban un acabado y pigmentación que imitaban la piel humana, denotando la exquisitez del arte de la época.

    Las campanas de su torre mayor, con sus distintas tonalidades, eran parte de un sistema armonizado que convocaba al pueblo a la misa, añadiendo un elemento sonoro único a su patrimonio. A pesar de las intervenciones posteriores, como el fortalecimiento de la estructura con vigas de hormigón armado en el ábside en el siglo XX, el templo conserva elementos que revelan su esplendor original y la destreza de los artesanos coloniales.

    En resumen, el Templo Colonial de San José de las Bandas de Poopó no es solo una edificación, sino un libro abierto que narra la historia, la fe y el arte de un periodo crucial en Bolivia, constituyendo un patrimonio invaluable que merece ser conservado y valorado por las generaciones presentes y futuras.

    TEMPLO COLONIAL DE SAN JUAN BAUTISTA DE HUANCANE

    Fachada principal del templo, se aprecia la torre independiente

    Vista hacia el altar y púlpito de madera

    Torre independiente, piramidal con arcos de medio punto

    El Templo Colonial de San Juan Bautista en Huancané, en el departamento de Oruro, es un testimonio silencioso y majestuoso del esplendor arquitectónico y la profunda fe de la época colonial en los Andes bolivianos. Aunque la información específica sobre este templo en particular es algo limitada en fuentes disponibles, podemos deducir y resaltar su valor a partir del contexto general de las iglesias coloniales en la región de Oruro.

    Estilo Mestizo Barroco: Al igual que muchas iglesias coloniales en el altiplano, es muy probable que el Templo de San Juan Bautista de Huancané presente un marcado estilo mestizo barroco. Este estilo fusiona elementos del barroco europeo con iconografía y técnicas decorativas andinas, dando como resultado una expresión artística única. Se pueden esperar fachadas ricamente ornamentadas, con columnas salomónicas, nichos con esculturas de santos y motivos florales o geométricos tallados en piedra o estuco.

    Materiales de la Región: La construcción probablemente utilizó materiales locales, como la piedra y el adobe, demostrando la adaptación de las técnicas de construcción europeas a los recursos disponibles en el altiplano. La solidez de estas edificaciones es una prueba de la habilidad de los constructores de la época.

    Interiores Impresionantes: Si sigue el patrón de otros templos de la región, su interior albergaría retablos dorados de madera tallada, adornados con pan de oro, que enmarcan imágenes religiosas de gran valor artístico e histórico. Es común encontrar pinturas murales que representan escenas bíblicas o vidas de santos, a menudo con una paleta de colores vibrante y detalles elaborados. La presencia de púlpitos tallados, confesionarios de época y diversas imágenes coloniales, como vírgenes y santos, completarían la riqueza visual del espacio sagrado.

    Elementos Funcionales y Simbólicos: La presencia de contrafuertes de piedra es un indicativo de una construcción robusta, diseñada para soportar las condiciones climáticas del altiplano. El atrio y las posibles «posas» (capillas abiertas en los ángulos del atrio) y la «capilla miserere» (capilla lateral para los moribundos) son elementos comunes en la arquitectura religiosa colonial, que servían tanto para ceremonias como para la catequesis.

    Centro de Evangelización y Comunidad: El Templo de San Juan Bautista, como la mayoría de los templos coloniales, no era solo un lugar de culto; era el corazón de la vida comunitaria. Alrededor de él se organizaba la vida social, económica y religiosa de Huancané. Fue un centro fundamental para la evangelización de las poblaciones indígenas, y a través de sus rituales y festividades, se forjó una nueva identidad cultural que fusionaba las creencias andinas con el catolicismo.

    Testigo del Pasado Minero: Dada la ubicación de Oruro como un importante centro minero colonial, es posible que el templo esté vinculado a la opulencia generada por la explotación de la plata y otros minerales. Las donaciones de la riqueza minera a menudo financiaban la construcción y embellecimiento de estas iglesias.

    Legado de Órdenes Religiosas: La construcción y dirección de estas iglesias a menudo estuvo a cargo de órdenes religiosas como los Agustinos, Franciscanos o Jesuitas, quienes dejaron una impronta significativa en la arquitectura y la vida espiritual de la región. Su presencia es fundamental para entender el desarrollo histórico de estos pueblos.

    Patrimonio Vivo: El Templo de San Juan Bautista es un patrimonio vivo, que sigue siendo un lugar de culto y peregrinación para la comunidad de Huancané. Su preservación es crucial para mantener viva la memoria histórica y la identidad cultural de la región, un recordatorio tangible de la compleja y fascinante interacción entre culturas que dio forma a Bolivia.

    En resumen, el Templo Colonial de San Juan Bautista de Huancané, aunque quizás no sea tan ampliamente documentado como otros templos mayores, representa un invaluable tesoro histórico y arquitectónico. Su estructura, sus posibles adornos y su función como eje de la comunidad colonial lo convierten en un monumento digno de ser valorado, estudiado y preservado como parte esencial del riquísimo patrimonio cultural de Oruro y Bolivia

    TEMPLO COLONIAL DE CHALLAPATA (SAN BAUTISTA)

    Torre independiente, con tiene un reloj con dirección hacia el ingreso principal

    Sector del altar en el cual se encuentran elementos arquitectónicos como ser: orlares y frontón de cuello cisne

    Arcos de medio punto en serie, que decoran y jerarquizan el ingreso principal

    El Templo Colonial de San Juan Bautista, ubicado en la provincia de Challapata, Oruro, se erige como un testimonio imponente de la riqueza histórica y arquitectónica de la época colonial en Bolivia. No debe confundirse con la iglesia de San Juan Bautista de Sora Sora, que también posee un valor patrimonial significativo en el departamento.

    La Iglesia Matriz de Challapata, dedicada a San Juan Bautista, fue construida en el siglo XVIII (alrededor de 1700) bajo la dirección de la orden de los Padres Agustinos, de nacionalidad holandesa. Durante la época colonial, las iglesias de Challapata y Salinas dependían directamente de la ilustre orden Agustina en Sucre, hasta que esta concluyó sus labores en Bolivia en 1826.

    Ubicada estratégicamente en el sector alto de Challapata, en las faldas del cerro Azanaque, la iglesia forma parte de lo que sus habitantes denominan «Pueblo Antiguo». Este conjunto urbano conserva una clara estructura colonial, con un trazado irregular y callejuelas estrechas que aún mantienen su empedrado y una arquitectura provincial virreinal. El templo, a lo largo de los siglos, ha sido testigo mudo de la opulencia de una cultura floreciente y de la fe de sus devotos. Ha pasado por procesos de restauración para preservar su legado, como la entrega de la restauración de los arcos de las puertas laterales y la torre.

    La arquitectura del Templo de San Juan Bautista de Challapata refleja el estilo colonial característico de la región. Si bien se han realizado restauraciones, su estructura original de adobe con contrafuertes de piedra demuestra la solidez y durabilidad de las técnicas constructivas de la época.

    En su interior, el templo alberga valiosas expresiones artísticas y religiosas. Aunque la información específica sobre los detalles pictóricos y escultóricos de este templo en particular es limitada en las fuentes disponibles, es común en los templos coloniales orureños encontrar elementos barrocos mestizos, que fusionan la estética europea con iconografía y simbología andina. Retablos de piedra y estuco, pinturas murales con representaciones bíblicas y figuras de ángeles, así como imágenes de santos, son elementos recurrentes que narran la fe y el sincretismo cultural de la época. La presencia de este tipo de patrimonio subraya la importancia del templo no solo como lugar de culto, sino como un museo viviente de la historia y el arte.

    En resumen, el Templo Colonial de San Juan Bautista de Challapata es un monumento que encapsula la devoción, la habilidad constructiva y el cruce de culturas que definieron la época colonial en el altiplano boliviano. Su preservación es fundamental para mantener viva la memoria histórica y apreciar la magnitud de su herencia artística y religiosa.

    Cuadro de texto: Ilustración 1Vista sector ingreso principal, planos seriados de arcos de medio punto y torre independienteTEMPLO COLONIAL SAN PEDRO DE CONDO

    Ingreso Principal creando jerarquía mediante el gran arco de medio punto con elementos arquitectónicos relevantes

    Vista hacia el ingreso principal en el cual se aprecia un mezzanine en deterioro

    El Templo Colonial de San Pedro de Condo, ubicado en el municipio de Santiago de Huari, provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro, es una joya arquitectónica e histórica que se erige como un testamento viviente del pasado colonial boliviano. Su riqueza se manifiesta en cada uno de sus detalles, desde su construcción hasta los elementos artísticos que alberga.

    La historia de San Pedro de Condo se remonta al siglo XVI, con la construcción de la iglesia alrededor del año 1571. Este período marca la llegada de la colonización española y el inicio de la evangelización en la región andina. La elección del sitio para su edificación no fue al azar; el pueblo de San Pedro de Condo «C» es un lugar de gran antigüedad, incluso se considera que su origen es anterior a ciudades como La Paz, Oruro y Potosí, y formaba parte del Qhapaq Ñan, la vasta red de caminos incas que conectaba el Cusco con Potosí, siendo un importante punto de comercio, especialmente de coca, antes y durante la colonia.

    La iglesia, por lo tanto, no es solo un edificio religioso, sino un epicentro de la vida social y espiritual de la comunidad desde hace siglos. Aunque en algún momento pudo haber sido abandonada, su significado histórico ha sido reconocido formalmente, siendo declarada Patrimonio Cultural Material Inmueble del Estado Plurinacional de Bolivia por ley en 2021. Esta declaratoria resalta su valor intrínseco y la necesidad de su preservación.

    La arquitectura del Templo de San Pedro de Condo es un reflejo del estilo colonial predominante en los Andes bolivianos, con características que fusionan la tradición europea con elementos y adaptaciones locales, creando lo que se conoce como Barroco Mestizo.

    Estructura y Materiales: La iglesia presenta una nave única, probablemente construida con adobe, un material común en la región, y con una cubierta de chapa calaminada y ondulada sostenida por una estructura de madera.

    Fachada: Aunque la información específica sobre la fachada de San Pedro de Condo no es tan detallada como la de otras iglesias de la Paz, se menciona que muchas iglesias coloniales de Oruro, incluidas las de Challapata y Quillacas, comparten similitudes en su estilo. Es probable que, al igual que otros templos de la época, exhiba una portada con elementos barrocos, posiblemente con influencia del barroco mestizo «tipo orureño», caracterizado por su ornamentación elaborada y la integración de motivos indígenas. Se cree que su portada podría asemejarse a la del Beaterio de Oruro, sugiriendo la posibilidad de haber sido construida por el mismo maestro escultor.

    Interiores: El interior de estas iglesias solía estar ricamente decorado. Aunque no se detallan todos los elementos de San Pedro de Condo, es común encontrar retablos tallados y policromados, imágenes religiosas coloniales y, en algunos casos, pinturas murales. Algunas fuentes mencionan la existencia de campanas de bronce que datan de 1610, lo que añade a su valor histórico y artístico. A los lados del altar mayor, es posible encontrar arcos que conducen a capillas laterales, como es el caso de muchas iglesias coloniales, albergando imágenes de gran devoción para la comunidad, como la Virgen de Copacabana o el crucificado.

    En síntesis, el Templo Colonial de San Pedro de Condo es más que un edificio; es un compendio de la historia, la fe y el arte colonial de Bolivia, que ha sido testigo de siglos de transformaciones y que hoy se erige como un patrimonio invaluable que merece ser valorado y conservado

    TEMPLO COLONIAL DE SANTIAGO DE QUILLACAS

    Vista posterior al templo, se aprecia la cúpula y sus accesos respectivos en cubierta

    Nave principal con vista hacia el altar y santo «Santiago de Quillacas»

    Fachada principal de piedra con su torre adosada

    El Templo Colonial de Santiago de Quillacas, ubicado en el departamento de Oruro, Bolivia, es un tesoro de incalculable valor histórico y arquitectónico, declarado Bien de Patrimonio Cultural de la Nación por Ley Nº 2979 el 10 de febrero de 2005. Su relevancia no solo radica en su imponente estructura, sino también en el profundo arraigo de la devoción al Señor de Quillacas, un Cristo crucificado milagroso que ha convertido este lugar en un santuario de peregrinación internacional.

    La historia del Templo de Santiago de Quillacas se entrelaza con leyendas y una profunda fe popular. Aunque la fecha exacta de su construcción genera algunas incógnitas, se estima que la edificación actual es del siglo XVII, con algunas fuentes sugiriendo intervenciones y posibles reconstrucciones en siglos posteriores. Lo que sí es indudable es su antigüedad y la continuidad de su uso como centro de culto durante siglos.

    El «Señor de Quillacas», la imagen central del templo, es venerado por su fama de milagroso y su supuesta protección sobre los ganados. La leyenda cuenta cómo un comerciante argentino de mulas, al perder su ganado en la zona, encontró ayuda en un anciano que luego se reveló como la imagen de Cristo Crucificado. Esta historia ha consolidado su devoción, especialmente entre arrieros y transportistas, y ha trascendido fronteras, atrayendo a miles de peregrinos cada 14 de septiembre para su fiesta. La figura del Señor de Quillacas también ha sido objeto de sincretismo con San Cristóbal, patrono de los conductores, y su culto ha sido tan profundo que incluso figuras públicas como el expresidente Evo Morales han declarado su devoción.

    Quillacas, conocido también como la «Ciudad Mágica del Meteorito» por estudios científicos que sugieren la presencia de fragmentos de meteoritos en la zona, es un lugar con una rica herencia cultural andina, donde las tradiciones ancestrales se fusionan con la fe católica en ceremonias y festividades.

    Arquitectónicamente, el Templo de Santiago de Quillacas es una joya del período colonial, considerada entre las más importantes de Bolivia. Presenta una planta de cruz latina, un diseño común en la arquitectura religiosa de la época. Su estructura se caracteriza por una amplia bóveda de cañón que cubre la nave central, configurando una «sola masa pétrea» de gran solidez.

    Uno de sus elementos más destacados es la cúpula central, que se eleva majestuosamente. El perímetro está adornado con hermosos arcos, que añaden un toque de elegancia y armonía al conjunto. El templo cuenta con un gran atrio que, en su momento, pudo haber estado provisto de posas (pequeñas capillas en las esquinas del atrio utilizadas para procesiones), elementos característicos de la arquitectura misional colonial andina.

    Aunque se carece de detalles exhaustivos sobre la decoración interior en todas las fuentes, la magnitud y la importancia del santuario sugieren que, como muchos templos coloniales bolivianos, pudo haber albergado retablos dorados, pinturas murales y esculturas que reflejaban la riqueza artística de la época, a menudo con la fusión del arte barroco europeo y las técnicas y sensibilidades indígenas. Los gruesos muros de adobe, que confieren solidez a la edificación, son otra característica común de estas construcciones en la región.

    En síntesis, el Templo Colonial de Santiago de Quillacas no es solo una edificación religiosa, sino un testimonio viviente de la confluencia de la fe, la historia y el arte en el altiplano boliviano. Su imponente arquitectura y su profunda historia lo convierten en un patrimonio invaluable que continúa inspirando la devoción y el asombro de quienes lo visitan.

    CONCLUSIONES DE LA RUTA

    Se generó una sensibilización hacia el legado cultural y las tradiciones que aún perviven en torno a estos templos. La interacción con las comunidades locales, la observación de las prácticas devocionales y la comprensión de la fusión cultural, permitieron a los visitantes conectar de manera más profunda con la herencia viva de Oruro. Este viaje, por tanto, fue más que un recorrido turístico; fue una invitación a reconocer, valorar y proteger el inmenso tesoro cultural y arquitectónico que representan los templos coloniales del departamento de Oruro.

    Fotografías: fuente propia del autor.

  • «Luchadorxs» visibiliza la lucha de las mujeres mineras en Cochabamba

    «Luchadorxs» visibiliza la lucha de las mujeres mineras en Cochabamba

    El Centro de la Revolución Cultural presenta la obra de teatro «Luchadorxs» de Antony Fabricio Lobatón Delgadillo, que aborda la vida de las mujeres mineras y sus luchas contra el racismo y machismo en Bolivia.

    Presentación de la obra

    El Centro de la Revolución Cultural invita a la población de Cochabamba a asistir a la presentación de «Luchadorxs», una obra de teatro escrita por Antony Fabricio Lobatón Delgadillo. Esta obra se enfocará en la vida de las mujeres mineras en un contexto social que aún enfrenta estructuras de racismo y machismo. Las funciones tendrán lugar en el Centro Cultural Proyecto mARTadero.

    Fechas y horarios

    La obra se presentará en dos fechas: el martes 22 de julio en dos funciones, a las 17h00 y 19h00, y el miércoles 23 de julio a las 19h00. La entrada es libre, lo que permite que un amplio público tenga acceso a esta importante representación cultural.

    Temática y enfoque

    «Luchadorxs» es una propuesta innovadora que combina la minería, el género y la lucha libre. A través de la historia de cuatro mujeres mineras de diferentes generaciones, la obra desafía las narrativas oficiales y expone las estructuras de poder que limitan a estas luchadoras. Se presenta en un cuadrilátero suspendido en un espacio indefinido, simbolizando la lucha constante por la visibilidad y los derechos.

    Contexto cultural

    En un momento donde las luchadoras y palliris siguen enfrentando desafíos significativos, «Luchadorxs» busca contribuir a la construcción de memoria e identidad nacional. La obra invita a repensar la narrativa cultural desde la perspectiva de aquellos que han sido relegados a los márgenes de la sociedad.

    Sobre el autor

    Antony Fabricio Lobatón Delgadillo es un destacado licenciado en Comunicación, reconocido por su trabajo en el ámbito cultural. Fundador de la revista digital «Casa de nadie» y del colectivo de artes escénicas MalaLeche, ha recibido varios premios por su labor en la escritura dramática y la poesía, consolidándose como una voz importante en la escena cultural boliviana.

  • Oruro elige sus obras para la final de “Bolivia Danza en el Bicentenario”

    Oruro elige sus obras para la final de “Bolivia Danza en el Bicentenario”

    Oruro selecciona las tres obras ganadoras que representarán al departamento en la final nacional del concurso de danza, destacando el talento local y la cultura boliviana.

    Obras ganadoras

    El 19 de julio de 2025, Oruro anunció las obras que competirán en la final del concurso “Bolivia Danza en el Bicentenario”. Las tres obras seleccionadas son “2003, La Unión es la fuerza” en primer lugar, “Adiós Oruro del alma” en segundo y “Marcha por la vida” en tercer puesto. Estas obras fueron elegidas entre siete propuestas presentadas durante la fase departamental.

    Detalles del concurso

    El certamen, organizado por el Ministerio de Culturas, busca resaltar la historia y cultura del país a través de la danza. La final nacional se llevará a cabo el 29 de julio en La Paz, donde las obras orureñas competirán con las de otros departamentos, reflejando la diversidad cultural de Bolivia.

    Evaluación del jurado

    El jurado, conformado por Eduardo Aruni Quispe, Susana Martha Nelly Rocha Cardozo y Daniel Ríos Cardozo, evaluó las obras basándose en su calidad artística y contenido histórico. Las propuestas debían representar eventos históricos y rendir homenaje a personajes influyentes, destacando el proceso hacia el Bicentenario de Bolivia.

    Importancia cultural

    El viceministro de Descolonización y Despatriarcalización, Pelagio Condori, enfatizó que el concurso es una plataforma para fortalecer la memoria colectiva y proyectar la cultura boliviana hacia las nuevas generaciones. Este tipo de iniciativas son esenciales para preservar y promover las tradiciones y la identidad cultural del país.

    El concurso “Bolivia Danza en el Bicentenario” no solo es una celebración del arte, sino también un esfuerzo por mantener viva la historia y las tradiciones del pueblo boliviano. Las obras seleccionadas de Oruro prometen ser un reflejo del talento y la creatividad de los artistas locales en la gran final.

  • La Paz celebra 216 años de su Gesta Libertaria con actos protocolares en plaza Murillo

    La Paz celebra 216 años de su Gesta Libertaria con actos protocolares en plaza Murillo

    La ciudad de La Paz conmemora este 16 de julio los 216 años de su histórica Gesta Libertaria con actos protocolares en la plaza Murillo. Las principales autoridades del país y ciudadanos participaron de los homenajes al pie del monumento a Pedro Domingo Murillo, héroe de la Revolución de 1809.

    Autoridades rinden honores en el kilómetro cero
    Desde primeras horas de la mañana, se presentaron ofrendas florales en la plaza Murillo. En el lugar formaron tropas del Batallón Colorados, cadetes del Colegio Militar y la escolta presidencial, que acompañaron los actos cívicos con salvas de honor.

    El presidente Luis Arce, el vicepresidente David Choquehuanca, el gobernador de La Paz Santos Quispe y el alcalde Iván Arias encabezaron los homenajes, acompañados por ministros, autoridades legislativas y representantes diplomáticos.

    Tradición, fe y cultura para celebrar

    Las actividades continuarán con el tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana. En la tarde, el alcalde Iván Arias ofrecerá una Gala de Honor en el Mirador La Paz, con presencia de invitados especiales y un vino de honor acompañado de platos típicos paceños.

    Estas celebraciones se dan tras la multitudinaria verbena popular realizada anoche en el Parque Urbano Central, donde miles de personas festejaron con música, luces y gastronomía local.

  • La Cinemateca Boliviana celebra su 49 aniversario con una cartelera de 16 películas nacionales

    La Cinemateca Boliviana celebra su 49 aniversario con una cartelera de 16 películas nacionales

    La Cinemateca Boliviana celebra su 49 aniversario con 16 películas nacionales en cartelera, que serán proyectadas este viernes 11 y sábado 12 de julio en La Paz. Las entradas tendrán un costo de Bs 15.

    Cartelera de este viernes y sábado

    Para este viernes 11 de julio, desde las 16:00, se proyectarán las películas “Sayariy” de Mela Márquez, “El ladrón de perros” de Vinko Tomicic, “El gran movimiento” de Kiro Russo y “Tres pasos al frente” de Leonardo Pacheco.

    A las 17:45 una selección de cortometrajes históricos como “La Paz, la capital más alta del mundo”, “Posesión del presidente Hernando Siles” e “Inauguración tren Arica – La Paz”, seguidos por “Cholitas” de Pablo Iraburu y Jaime Murciego, y la reconocida película de Paolo Agazzi “Mi socio”.

    El sábado 12 de julio, día del aniversario, la cartelera iniciará a las 16:00 con “Mi socio 2.0” de Paolo Agazzi, “Utama” de Alejandro Loayza; los cortos históricos, “La Virginia de los bolivianos” de Juan Cristóbal Ríos y “Las malcogidas” de Denisse Arancibia.

    Más tarde, se proyectarán “Cementerio de los elefantes” de Tonchy Antezana, “Engaño a primera vista” de los hermanos Yecid Jr. y Johanan Benavides, “Tres pasos al frente” de Leonardo Pacheco y “El ladrón de perros” de Vinko Tomicic.

    Invitación al público

    La Cinemateca Boliviana invitó al público a sumarse a la celebración, destacando que serán “dos días cargados de lo mejor del cine nacional”. La programación completa fue compartida en sus redes sociales.

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