Testimonios de madres que recorren comisarías, terminales y oficinas estatales revelan la falta de apoyo y la corrupción en los casos de desapariciones en Bolivia.
Extorsión y negligencia
Juana, madre de una niña de 12 años desaparecida, relató que la Policía no activó la alerta Juliana ni salió a buscarla. En lugar de apoyo, le exigieron dinero para combustible y viáticos. Historias similares se repiten en todo el país.
Falta de resultados
Según la Fiscalía, en 2023 se registraron 3.409 denuncias de personas desaparecidas, pero solo se dictaron siete sentencias por trata, lo que evidencia la brecha entre denuncias y justicia. La Defensoría del Pueblo reconoce que muchas veces no se cumplen los protocolos y que las unidades carecen de recursos.
Un problema estructural
Un informe de la ONU advierte que Bolivia es país de origen, tránsito y destino de víctimas de trata, principalmente adolescentes mujeres captadas con engaños. La falta de datos oficiales y de cooperación internacional agrava la crisis.
Resistencia y organización
Ante la inacción del Estado, madres como María Rita Hurtado —que busca a su hija desde hace 10 años— fundaron la Asociación de Apoyo a Familiares de Víctimas de Trata (Asafavittp). “No son cifras, son vidas. Seguiremos de pie”, afirma.