El Presidente Luis Arce admitió este martes que el Gobierno no puede garantizar la provisión completa de diésel y gasolina en Bolivia, debido a la falta de recursos económicos para importar combustibles. Según el mandatario, la situación responde al bloqueo de créditos externos en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Arce atribuye la crisis a la falta de divisas
El Presidente, explicó que, pese a que YPFB despacha el 100% de su capacidad, este volumen ya no cubre la demanda diaria, lo que genera largas filas en los surtidores. Además, remarcó que Bolivia destina cerca de 3.000 millones de dólares anuales para importar combustibles y más de 2.000 millones de dólares para pagar deuda externa.
“Mientras no se aprueben los créditos necesarios, es difícil sostener el abastecimiento pleno”, señaló el Presidente, quien detalló que hasta abril se registró una salida neta de más de 1.400 millones de dólares por servicio de deuda.
YPFB admite falta de fondos
Por su parte, el Presidente de YPFB, Armin Dorgathen, reconoció que la estatal petrolera tampoco cuenta con recursos suficientes para normalizar la provisión. Según dijo, en semanas críticas apenas se alcanzó entre el 60% y el 70% del volumen necesario, acumulando un déficit de más de 300 millones de dólares en el primer semestre de 2025.
“Estamos despachando al 100%, pero ese 100% ya no es suficiente”, sostuvo Dorgathen, quien además advirtió que el acopio ilegal de combustible agrava la crisis actual.
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