Estados Unidos ordenó desplegar un escuadrón anfibio en el sur del Caribe, con posibilidad de ubicarse frente a Venezuela desde este domingo, como parte de la estrategia de Donald Trump contra cárteles latinoamericanos considerados “narco-terroristas”.
Buques y efectivos desplegados
Los buques USS San Antonio, USS Iowa Jima y USS Fort Lauderdale integran la operación, transportando en conjunto a 4.500 efectivos, incluidos 2.200 marines.
Aunque no se especificó la misión concreta, la Casa Blanca confirmó además el despliegue de submarinos nucleares, destructores, un barco de guerra equipado con misiles y aviones de reconocimiento P8 Poseidon.
Casa Blanca endurece discurso contra Maduro
La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, aseguró que el presidente Trump está “listo para frenar el narcotráfico y llevar a los responsables ante la Justicia”.
En su declaración, calificó al régimen de Nicolás Maduro como “un cartel del narcotráfico” y acusó al mandatario venezolano de liderar directamente el Cartel de los Soles.
Estrategia militar y nueva doctrina
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, respaldó la operación con un documento que reinterpreta el papel del Ejército estadounidense.
Entre las competencias señaladas están sellar fronteras, repeler invasiones —incluida la migración masiva— y combatir actividades criminales como el tráfico de drogas y de personas.
Reacciones regionales: Cuba y Venezuela responden
El régimen de Cuba denunció que la maniobra forma parte de una “agenda corrupta” atribuida al secretario de Estado, Marco Rubio, e instó a respetar la región como “zona de paz”.
Por su parte, Caracas movilizó a millones de milicianos bajo un “plan de paz” y advirtió que la acción estadounidense amenaza no solo a Venezuela, sino a la estabilidad de toda la región y de la CELAC.
Acusaciones y presiones contra Maduro
En las últimas semanas, Washington intensificó las denuncias contra el líder venezolano y su entorno. Según la DEA y la Fiscalía de Estados Unidos, se incautaron 30 toneladas de cocaína ligadas al régimen y siete toneladas atribuidas personalmente a Maduro.
Además, se confiscaron activos por más de 700 millones de dólares, incluidos aviones privados, vehículos y propiedades.
Escalada de tensión en el Caribe
El gobierno estadounidense también elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro.
El despliegue militar, sumado a las sanciones y acusaciones, refuerza un escenario de alta tensión diplomática y militar entre Estados Unidos y Venezuela, con impacto directo en la seguridad y la cooperación regional en el Caribe.
/ A.T.C /
Deja una respuesta