Cada 17 de agosto, Bolivia rinde homenaje a su bandera tricolor, símbolo de independencia, unidad e identidad nacional, cuya historia se remonta a 1825.
Orígenes de la enseña nacional
La bandera boliviana flameó por primera vez en 1825, al proclamarse la independencia del país. Sin embargo, el diseño actual fue adoptado el 31 de octubre de 1851, durante el mandato de Manuel Isidoro Belzu. Según la tradición, Belzu se inspiró al observar un arco iris en su viaje entre La Paz y Oruro, cuyos colores predominantes rojo, amarillo y verde se convirtieron en la base de la tricolor.
El simbolismo de los colores
El decreto supremo del 14 de julio de 1888 estableció el significado de cada franja. El rojo recuerda la sangre derramada por los héroes de la independencia, el amarillo simboliza las riquezas y recursos naturales del país, mientras que el verde representa la esperanza y la abundancia de la naturaleza.
Un homenaje anual
El Día de la Bandera fue instituido el 30 de julio de 1924 y se celebra cada 17 de agosto. En esta fecha, ciudadanos de todo el país izan la bandera en plazas, edificios y hogares, acompañando el acto con himnos y ceremonias que reafirman el sentido de unidad nacional.
Testigo de la historia
Desde su primera izada oficial en el Faro de Conchupata, en Oruro, la bandera boliviana ha acompañado al país en momentos de lucha, cambios y triunfos. Se ha convertido en un símbolo que refleja la identidad colectiva y la voluntad de progreso del pueblo boliviano.
Más que un símbolo
La tricolor no es solo un emblema patrio, sino un recordatorio de la valentía de quienes forjaron la nación y de la esperanza que guía su futuro. Cada 17 de agosto, Bolivia se une bajo sus colores para reafirmar el orgullo de ser boliviano.
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