Entró en vigor este miércoles un arancel del 50 % a las exportaciones brasileñas hacia EE. UU., medida que refleja tensiones diplomáticas tras las acusaciones contra el expresidente Jair Bolsonaro.
Medida económica con trasfondo político
El decreto fue firmado por el presidente Donald Trump siete días antes de su implementación. Aunque inicialmente se creía que Brasil no sería afectado por aranceles mayores al 10 %, finalmente se aplicó la tasa más alta posible.
Solo una parte de las exportaciones será afectada
A pesar del impacto simbólico y económico de la medida, aproximadamente dos tercios de las exportaciones brasileñas hacia Estados Unidos no serán alcanzadas por el arancel. Productos como jugo de naranja y aeronaves fueron excluidos, aunque otros esenciales como el café y la carne sí quedaron incluidos.
Brasil busca resistir con diversificación
El Gobierno brasileño ya anticipa medidas para apoyar a los sectores más golpeados. Además, se impulsará la diversificación de mercados para reducir la dependencia de EE. UU., que representa el 12 % de sus exportaciones. Actualmente, China es su principal socio comercial, con el 25 % de las exportaciones dirigidas hacia ese país.
Reacciones en la comunidad internacional
La imposición del arancel no solo generó preocupación económica, sino también malestar diplomático. Trump también sancionó al juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, acusando una supuesta persecución política. Analistas advierten que esta medida podría profundizar la distancia entre Washington y Brasilia.
Brasil reafirma su autonomía global
El conflicto podría marcar un punto de inflexión en la política exterior brasileña. Las autoridades evalúan fortalecer alianzas estratégicas con otros bloques económicos, mientras el país intenta posicionarse como un actor autónomo frente a las presiones internacionales.
Deja una respuesta