
Cinco empresas públicas creadas durante 20 años de gobierno del Movimiento al Socialismo generaron un daño económico de 1.294 millones de dólares al Estado boliviano, según un informe del nuevo Gobierno, que evaluó su desempeño, endeudamiento y nivel de producción, a un mes y medio de asumir la administración del país.
Empresas creadas para industrializar, pero con pérdidas
Empresa Azucarera San Buenaventura (EASBA), Quipus, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH) y Yacana fueron concebidas como pilares del proceso de industrialización y generación de excedentes. Sin embargo, el diagnóstico oficial señala que todas operan con baja rentabilidad, alto endeudamiento y un impacto productivo mínimo, razón por la cual fueron calificadas como “empresas zombis”, al encontrarse en quiebra técnica.
EASBA: deuda elevada y baja inversión productiva
Creada en 2010, la azucarera San Buenaventura mantiene su operación, pero con una estructura financiera frágil. En 2025, más del 35% de su presupuesto se destina al pago de deudas, frente a una inversión en activos reales que no alcanza ni el 1%. Además, la empresa apenas devolvió el 9% de los más de Bs 1.800 millones que recibió en créditos del Banco Central de Bolivia para la construcción del ingenio, según datos oficiales.
Quipus y YLB: dependencia estatal y fallas técnicas
Quipus, fundada en 2013 bajo el discurso de soberanía tecnológica, concentra más del 80% de sus ventas en entidades públicas, con una escasa presencia en el mercado abierto y una baja ejecución presupuestaria. En tanto, Yacimientos de Litio Bolivianos acumula un déficit de Bs 196 millones y un daño económico estimado en Bs 425 millones, atribuido a deficiencias estructurales y al uso de tecnología considerada obsoleta, pese a inversiones que superaron los 960 millones de dólares.
EBIH y Yacana: industrialización inconclusa
La Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos registra pérdidas acumuladas y no logró consolidar proyectos petroquímicos sostenibles. De forma similar, Yacana, creada para industrializar la fibra de camélidos y generar valor agregado, presenta ventas mínimas frente a elevados gastos operativos, acumulando pérdidas por Bs 203 millones, según informes oficiales.
Un modelo cuestionado y auditorías en camino
El Gobierno identificó que el financiamiento masivo a estas empresas provino, principalmente, del Banco Central de Bolivia, del cual solo se devolvió el 18% en casi dos décadas. La Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública anunció auditorías técnicas y financieras a las 67 empresas estatales creadas en ese periodo, con el objetivo de establecer responsabilidades y definir alternativas, ante un modelo de industrialización que no logró los resultados prometidos.



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