El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, afirmó este miércoles en Bruselas que los aliados deben sostener e incrementar el apoyo militar a Ucrania mientras continúan las conversaciones de paz dirigidas por Estados Unidos, con el objetivo de que Kiev llegue lo más fortalecido posible a la mesa de negociación.
Ucrania debe llegar fuerte a la mesa de diálogo
Mark Rutte destacó que, aunque las conversaciones de paz siguen su curso, es imprescindible garantizar que Ucrania mantenga su capacidad defensiva frente a Rusia. Señaló que Kiev debe estar en la “posición más sólida posible” tanto para seguir defendiendo su territorio como para afrontar futuras etapas del proceso negociador.
Estados Unidos lidera contactos clave
El secretario general evitó comentar en detalle los recientes contactos encabezados por Washington, incluida la visita del enviado estadounidense Steven Wifkoff a Moscú. Afirmó que la coordinación con Estados Unidos es constante, especialmente con el secretario de Estado Marco Rubio, quien no asistió a la reunión en Bruselas por encontrarse gestionando diversos frentes diplomáticos.
Sanciones y continuidad del apoyo militar
Rutte señaló que, si las negociaciones se estancan, la mejor forma de ejercer presión sobre Rusia es mantener el flujo de armamento hacia Ucrania y asegurar que las sanciones económicas sigan siendo estrictas y efectivas. Según indicó, ambas medidas ya están en marcha y cuentan con el respaldo de los aliados.
Nuevas contribuciones desde Europa y Norteamérica
Varios ministros de Exteriores anunciaron nuevos aportes militares para Kiev. Alemania, Polonia y Noruega destinarán 500 millones de dólares para la compra de armamento estadounidense bajo la iniciativa PURL. Reino Unido comprometió 10 millones de libras para la reparación de infraestructuras energéticas ucranianas. Canadá anunció un paquete de 200 millones de dólares para apoyo militar adicional y 35 millones al fondo de seguridad de la OTAN.
Llamados a la presión diplomática y advertencias por ataques híbridos
Representantes de Lituania, Finlandia y Suecia denunciaron agresiones híbridas procedentes de Rusia y Bielorrusia, al tiempo que insistieron en la necesidad de aumentar el apoyo a Ucrania y mantener la presión sobre Moscú. Además, reiteraron que un alto el fuego sería el primer paso para avanzar hacia una paz justa y duradera.
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