Un informe reciente reveló que, durante casi tres décadas, Bolivia apenas destinó recursos significativos al desarrollo científico, con apenas nueve años superando el 0,3% del PIB en inversión en investigación.
Escaso compromiso con la ciencia
En el periodo analizado, solo en nueve años Bolivia logró canalizar al menos 0,3% de su PIB hacia investigación científica. En el resto de los años, esta inversión fue incluso menor, reflejando un claro rezago en la priorización del desarrollo tecnológico y académico.
Indicadores preocupantes
Según fuentes académicas recientes, Bolivia destina apenas entre 0,16 y 0,18% del PIB a investigación y desarrollo, cifras que la ubican como el país con menor inversión en I+D en América Latina. Esta situación refleja una débil apuesta estatal por la innovación.
Contribución limitada del sector privado
La mayor parte del financiamiento proviene del Estado, mientras que el aporte del sector privado en proyectos de investigación y desarrollo es prácticamente irrelevante, lo que limita la sostenibilidad de iniciativas científicas.
Comparación internacional
La región latinoamericana invierte en promedio entre 0,5 y 0,7% del PIB en I+D, mientras países como Corea superan el 4%, lo que evidencia la brecha estructural en la que está inmersa Bolivia y su necesidad urgente de fortalecer su sistema científico.
Necesidades urgentes del sector
Para avanzar, expertos demandan no solo un aumento sostenido de la inversión estatal, sino también incentivos para el sector privado, formación de talento especializado y mecanismos claros de planificación que permitan consolidar una base científica sólida y competitiva.
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