La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha comenzado a documentar cuatro experiencias gastronómicas representativas de Bolivia para incluirlas en un atlas internacional de alimentos, con el objetivo de proteger y promover las tradiciones alimentarias del país.
Un proyecto con enfoque cultural y digital
El proyecto, financiado por el Ministerio de Cultura de Arabia Saudí, busca salvaguardar las tradiciones culinarias a través de la documentación y el uso de tecnologías digitales. El Viceministerio de Gastronomía, junto a los coordinadores del proyecto, se reunió con los responsables del mismo para discutir los avances de esta iniciativa que tiene como fecha límite marzo de 2026.
Cuatro experiencias gastronómicas en la mira
Dentro de las experiencias documentadas, se destaca el apthapi, una tradición comunitaria en la que se comparten alimentos locales, representada en la comunidad de Colquencha (La Paz). Esta práctica simboliza la reciprocidad y unidad en las poblaciones rurales.
La segunda experiencia en el foco es el ají y el maní, esenciales en la gastronomía de los valles de Chuquisaca. Estos ingredientes son fundamentales para la preparación de platos que definen la identidad local de esta región.
Licores artesanales y pesca tradicional
La investigación también incluye la elaboración de licores artesanales en Vallegrande, Santa Cruz, preparados a partir de frutas silvestres locales, como la yana yana, la quirusilla y la guayabilla. Además, se documenta la pesca tradicional practicada por el pueblo indígena weenhayek, en las orillas de los ríos Pilcomayo y Bermejo, en el Gran Chaco boliviano.
Avances y próximas etapas
El proyecto se encuentra en su segunda fase de implementación, que comenzó en septiembre de 2025 y continuará hasta marzo de 2026. Durante esta fase, los esfuerzos están centrados en la documentación detallada de las regiones y prácticas gastronómicas clave, que serán incluidas en el atlas internacional.
Promoción y legado para futuras generaciones
La Unesco también resalta la importancia de este proyecto para transmitir estas tradiciones a las generaciones futuras. La iniciativa busca cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, a través de la promoción de las tradiciones alimentarias bolivianas mediante el uso estratégico de tecnologías digitales





