Personal técnico-legal de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) realizó una inspección en los alrededores de la represa de Incachaca, identificando infraestructura minera y posibles riesgos para el agua que abastece a parte de la ciudad de La Paz.
Hallazgos durante la inspección
El informe de la AJAM detalla la presencia de bocaminas, compresoras, socavones, pozas precarias revestidas con geomembranas, buzones metálicos y construcciones de ladrillo que protegen generadores de energía, además de otros insumos propios de la actividad minera. Sin embargo, no se encontraron personas realizando operaciones en los puntos inspeccionados, y algunos presentes se identificaron como cuidadores, señalando que las actividades fueron suspendidas.

Derechos mineros preconstituidos
Durante la inspección se evidenciaron derechos mineros antiguos, denominados autorizaciones transitorias especiales (ATE), adquiridos antes de la Ley 535 de Minería y Metalurgia de 2014. Se presume que estas autorizaciones corresponden a cooperativas como Aurífera Santa Albertina Kinkillosa, Triunfo Somet y Santa Progreso Calancha, cuyos derechos mineros vigentes deben cumplir normas ambientales.
Requerimientos ambientales
La AJAM indicó que solicitará a la autoridad sectorial competente —Gobernación, Alcaldía o Ministerio de Medio Ambiente— la confirmación de la documentación ambiental correspondiente, garantizando que las operaciones mineras no afecten la seguridad y calidad del agua de la represa.
Riesgos para el agua
La actividad minera presenta un riesgo de contaminación para la represa de Incachaca, que provee agua a parte de La Paz, por lo que la supervisión y el cumplimiento de normas ambientales son esenciales para proteger este recurso vital.
/nncr/