El director de la Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública (Otfep), Pablo Camacho, cuestionó este martes la viabilidad de la Planta Industrial de Procesamiento de Camélidos, ubicada en el municipio de Turco, Oruro, al advertir que fue sobredimensionada, carece de planificación productiva y podría provocar un impacto negativo en la población de llamas si entra en operación plena.
Infraestructura sobredimensionada
Camacho señaló que la planta fue diseñada con una escala que no responde a la realidad productiva de la región. Advirtió que, de operar a toda su capacidad, podría generar una presión insostenible sobre la crianza de llamas, al no haberse previsto un crecimiento paralelo de la producción ganadera.
Falta de planificación integral
La autoridad remarcó que el proyecto no contempló aspectos clave como el mejoramiento genético, la alimentación ni el incremento sostenido del hato camélido. “No es que solo se va a usar un poquito de la planta; o funciona o no funciona”, afirmó, cuestionando la ausencia de una visión integral para garantizar su sostenibilidad.
Inversión millonaria y funcionamiento pendiente
La Planta Industrial de Procesamiento de Camélidos fue inaugurada en febrero de este año por el presidente Luis Arce, con una inversión superior a los Bs 73 millones. No obstante, su funcionamiento continúa pendiente, situación que motivó reclamos de productores del sector, quienes presentaron un pliego petitorio exigiendo su puesta en marcha.
Alta capacidad productiva proyectada
Según los objetivos trazados en la anterior gestión gubernamental, la planta debía producir anualmente 1.140 toneladas de carne de llama, además de embutidos, carne deshidratada y 90 toneladas de harina de hueso. También cuenta con capacidad para procesar fibra de camélidos y una línea de curtiembre para el tratamiento diario de pieles.
Cuestionamientos al uso de recursos públicos
Finalmente, Camacho criticó el manejo de los recursos destinados a empresas públicas y afirmó que los fondos invertidos en proyectos deficientes podrían haberse utilizado en obras prioritarias, como la construcción de hospitales y unidades educativas en beneficio directo de la población.



















