El excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, denunció desde prisión que la movilización de vehículos militares hacia la plaza Murillo el 26 de junio respondió a órdenes superiores y cuestionó la falta de igualdad ante la ley.
Orden desde el poder político
En una carta difundida en redes sociales, el exjefe militar aseguró que los blindados y vehículos que ingresaron a la plaza Murillo no pudieron haber sido movilizados sin autorización expresa del “más alto nivel político”.
Defensa de los procesados
Zúñiga afirmó que tanto militares como civiles procesados son “absolutamente inocentes” y que fueron encarcelados por cumplir órdenes superiores. A su criterio, responsabilizar a los soldados significa encubrir a quienes “se esconden tras el poder”.
Crítica al sistema judicial
El excomandante denunció que la justicia le negó la posibilidad de acceder a medidas sustitutivas pese a cumplir los requisitos. Señaló que el Tribunal Supremo de Justicia recomendó liberar a los detenidos preventivos con más de un año en prisión, pero su caso fue mantenido bajo presión política.
“No hubo golpe de Estado”
En su pronunciamiento, reiteró que no existió intento de golpe ni golpe de Estado. Argumentó que su acción buscaba exigir la liberación de presos políticos y defender los recursos naturales frente a intereses extranjeros.
Pedido de igualdad y justicia
Zúñiga cuestionó que no se le permita ampliar su declaración y pidió a la ciudadanía juzgar quién es el verdadero enemigo: “el soldado preso que defiende a su patria o quienes entregan Bolivia al extranjero y traicionan a su gente”.
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