La adicción a las compras crece y preocupa a expertos en salud mental

Cada vez más personas en Reino Unido admiten tener problemas de consumo compulsivo, impulsados por redes sociales y publicidad en línea.

Cuando comprar se convierte en una vía de escape

Lucy, de 37 años, vive rodeada de ropa en su casa de West Yorkshire. Aunque al principio parecía una pasión por la moda, su hábito de compra se volvió una necesidad emocional, hasta acumular una deuda de 16.000 dólares. “Era lo primero que pensaba al despertar”, cuenta, reconociendo que usaba la ropa para evitar enfrentar su realidad.

Influencers y redes sociales: una normalización del consumo excesivo

Lucy afirma que su conducta se agravó al seguir a influencers en redes, donde la compra constante se presenta como algo común. Recién al asistir a una terapia del NHS, descubrió que sufría de oniomanía: una adicción al acto de comprar, con síntomas similares a los de otras adicciones conductuales.

Un desorden poco visibilizado pero cada vez más común

Aunque no existen cifras oficiales, algunos estudios indican que hasta el 10% de adultos podría sufrir adicción a las compras. A pesar de ello, el sistema de salud británico no reconoce aún un diagnóstico específico, dificultando el acceso a tratamientos adecuados.

Casos extremos que alertan sobre el alcance del problema

Natalie, una mujer de Rotherham con trastorno obsesivo compulsivo, acumuló más de 100.000 artículos en su hogar, incluyendo 300 tubos de pasta dental y 3.000 esponjas. Gastaba hasta 4.000 dólares al mes y, aunque ha intentado recibir ayuda, reconoce que aún no está lista para dejar de comprar.

La presión de las redes y la publicidad online

El aumento de ventas digitales, sumado al auge de los influencers, potencia la adicción. Alyce, de Bristol, llegó a endeudarse con casi 12.000 dólares por sus compras impulsivas de ropa. La joven logró recuperarse con terapia, pero advierte que la adicción se apodera de toda la rutina diaria.

Falta de reconocimiento oficial frena el acceso al tratamiento

Expertos como el profesor Ian Hamilton consideran que la psiquiatría aún no ha abordado suficientemente este problema. Sostiene que la industria del comercio ha adoptado estrategias similares a las de los juegos de azar para mantener enganchados a los consumidores. Mientras tanto, el NHS recuerda que ofrece terapias para el TOC, pero no un protocolo específico para la compra compulsiva.

/ A.T.C /

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