El marketing ha evolucionado hacia una disciplina dinámica y compleja, impulsada por la tecnología y los cambios en el comportamiento del consumidor. En esta nueva era digital, las estrategias deben ser más humanas, personalizadas y adaptativas para responder a un entorno en constante transformación.
Desafíos para profesionales y usuarios
“El marketing ha tenido unos cambios muy grandes, abruptos y veloces a los cuales, obviamente, la visión del anunciante, la visión del estratega no ha ido a la misma velocidad que la posibilidad de acomodarse del usuario”, explica César Salamanca, docente de la carrera de Publicidad y Marketing de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. Mientras los consumidores han adoptado con naturalidad los cambios tecnológicos, los profesionales del marketing aún enfrentan el reto de adaptarse a ese ritmo frenético.
Evolución histórica del marketing
Desde sus orígenes, el marketing ha transitado por distintas etapas: el 1.0 centrado en el producto, el 2.0 en el consumidor, el 3.0 en los valores de marca y el 4.0 en la hiperconectividad digital. Hoy, el llamado Marketing 5.0, impulsado por la inteligencia artificial y la personalización extrema, marca una nueva era en la relación entre marcas y consumidores.
La personalización como clave
Según Salamanca, este nuevo paradigma implica “entender cómo funciona el cerebro del consumidor” y personalizar no solo para segmentos, sino para cada individuo, en función de sus hábitos, intereses y comportamientos digitales.
Bolivia y el potencial digital
En este contexto, Bolivia se presenta como un escenario prometedor. “Tenemos una herramienta sumamente importante para llegar y explotar todo lo que es el marketing digital”, afirma el académico, aludiendo a la alta penetración de smartphones en el país, un fenómeno que democratiza el acceso a la información y abre la puerta a nuevas oportunidades de interacción entre marcas y audiencias.
Del Big Data al “Super Small Data”
Uno de los aspectos más innovadores de esta transformación es el paso del Big Data al “Super Small Data”, concepto que, según Salamanca, permite afinar la personalización a niveles sin precedentes. Al analizar de manera precisa qué aplicaciones usa una persona, cuándo las descarga, cómo navega o qué publica, los estrategas pueden diseñar mensajes y productos con un grado de afinidad mucho mayor. Este enfoque no solo optimiza la comunicación, sino que también fortalece el vínculo emocional entre consumidor y marca.
Inteligencia artificial y ética
La inteligencia artificial, por su parte, actúa como una herramienta de optimización sin igual. Permite automatizar tareas, proyectar escenarios, segmentar audiencias y predecir comportamientos. Sin embargo, como señala Salamanca, su eficacia depende del uso responsable y ético que se le dé.
Empatía algorítmica y autenticidad
En el nuevo ecosistema digital, los consumidores valoran tanto la eficiencia como la autenticidad. Por eso, el concepto de “empatía algorítmica” —humanizar las interacciones automatizadas— cobra cada vez más relevancia.
Cambios en la creación de contenido
La evolución del marketing digital también ha modificado la forma de crear contenido. El texto plano ha dado paso al video corto, los reels y las experiencias interactivas. Las plataformas sociales, especialmente TikTok, Instagram y LinkedIn, se han convertido en espacios clave no solo para difundir mensajes, sino para interactuar en tiempo real con los públicos, escuchar sus necesidades y construir relaciones genuinas. Ya no se trata de vender, sino de conectar.
Tribu digitales y autenticidad
Asimismo, las nuevas dinámicas han desplazado las segmentaciones tradicionales por tribus digitales: comunidades unidas por intereses comunes más allá de variables demográficas como edad o género. Estas tribus co-crean, opinan, recomiendan y, en muchos casos, determinan el éxito de una marca. La autenticidad es su lenguaje y la interacción su moneda de cambio.
Nuevas competencias del profesional del marketing
Frente a este panorama, el rol del profesional en marketing ha cambiado radicalmente. Ya no basta con ser creativo o analítico; ahora se requiere una visión estratégica integral que combine sensibilidad social, dominio tecnológico y una capacidad constante de adaptación. El especialista en marketing digital debe entender el comportamiento del consumidor, identificar oportunidades emergentes y construir estrategias que sean relevantes, sostenibles y humanas.
Formación universitaria en marketing digital
Conscientes de esta transformación, la Universidad Franz Tamayo ha incorporado el Marketing Digital como una de las menciones clave dentro de la carrera de Publicidad y Marketing. En esta línea, formar especialistas capaces de diseñar y evaluar estrategias digitales, analizar el comportamiento del consumidor y anticipar las nuevas tendencias se vuelve una prioridad. Como parte de esta formación, los futuros publicistas aprenden a posicionar marcas en un contexto cada vez más competitivo, combinando creatividad, análisis de datos y una profunda comprensión de las nuevas realidades del mercado.
Revolución en la comunicación de valor
Así, la evolución del marketing no solo representa un cambio de herramientas o plataformas, sino una verdadera revolución en la forma de concebir, crear y comunicar valor. Es una invitación permanente al aprendizaje, la innovación y la empatía. Y en ese camino, el profesional en marketing digital se convierte en un actor clave para conectar marcas con personas, necesidades con soluciones, y tecnología con humanidad.
/ A.T.C /
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