En el este de Ucrania, la guerra entra en una nueva fase: la inteligencia artificial, impresoras 3D y enjambres de drones están reemplazando a los tanques y la artillería convencional.
El zumbido reemplaza al estruendo
En el frente oriental de Ucrania, ya no se escuchan explosiones constantes, sino el incesante sonido de drones sobrevolando el campo de batalla. Estos dispositivos tecnológicos, apoyados por IA y producción 3D, han cambiado las reglas del juego militar.
Drones al servicio de la defensa
En la ciudad de Kostyantynivka, devastada por la ofensiva rusa, las tropas ucranianas utilizan drones para atacar, rescatar heridos y hasta repartir alimentos. “Incluso entregamos hamburguesas”, comenta un oficial. Los soldados se refugian bajo el mal clima que impide la visión de los drones enemigos.
Tecnología rusa también al ataque
Los drones rusos como el Orlan y Zala mantienen una vigilancia constante. Algunos usan cables de fibra óptica, haciéndolos inmunes a interferencias. Las consecuencias son visibles: ciudades destruidas, vehículos calcinados y soldados heridos por drones kamikaze.
Innovación para sobrevivir
La unidad Bulava, escondida entre árboles y girasoles, trabaja día y noche para desarrollar nuevas estrategias: drones con inteligencia artificial, armas impresas en 3D y minas lanzadas desde el aire. “Tuvimos que pensar diferente para sobrevivir”, afirman desde el grupo.
Una guerra que también cambia a las personas
Un batallón formado por convictos, conocido como Alcatraz, combate en medio de trincheras. Allí, soldados como Pavlo Shyptenko, herido por drones enemigos, hoy entrenan a nuevos reclutas. “Ahora es una guerra de drones”, advierte su subcomandante Daredevil.
/ A.T.C /
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