Una joven de 26 años en Moscú afirmó haber vendido su alma a un publicista por 100.000 rublos, con la finalidad de comprar muñecos virales “labubus” y asistir a un concierto, hecho ocurrido en septiembre de 2025 y que ha generado gran debate en redes sociales y en la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Una broma que se volvió viral
El caso comenzó en la red social VKontakte, cuando Dmitri, un experto en marketing, publicó un anuncio en el que ofrecía comprar un alma humana. Lo que parecía una broma tomó un giro inesperado cuando Karina aceptó el trato, firmando un contrato simbólico “con sangre”.
La motivación de Karina
La joven explicó que usó el dinero recibido para ampliar su colección de muñecos “labubus” y comprar entradas a un concierto de Nadezhda Kádisheva, reconocida cantante rusa. Dmitri, por su parte, compartió imágenes del contrato y de la supuesta transacción para dar credibilidad al hecho.
Advertencia de la Iglesia Ortodoxa
Religiosos de la Iglesia Ortodoxa Rusa calificaron el caso como un riesgo espiritual grave, señalando que la compra de un alma “no es un juego”. Advirtieron que quienes participan en este tipo de actos podrían enfrentar decadencia moral, sufrimiento o enfermedad.
Debate en la sociedad rusa
El suceso ha generado opiniones divididas: mientras algunos lo consideran un montaje humorístico, otros lo ven como una señal preocupante del impacto que tienen las modas virales en la vida de los jóvenes.
Más allá del caso
La historia de Karina ha abierto un debate sobre los límites de la obsesión por lo viral y la facilidad con la que se difunden situaciones insólitas en redes sociales, dejando la reflexión sobre qué precio se está dispuesto a pagar, incluso por el alma.
/JGB/
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