El Instituto Nacional de Estadística presentó los resultados finales del Censo 2024, que confirman la presencia de 36 lenguas indígenas además del castellano. Sin embargo, muchas están en peligro de extinción por el reducido número de hablantes.
Lenguas con mayor presencia
De los 11.365.333 habitantes registrados, 8,1 millones declararon al castellano como su lengua principal. Entre las originarias destacan el quechua, con 1,39 millones de hablantes; el aymara, con 774.874; y el guaraní, con 43.870. También el tsimane’ (16.556), el weenhayek (4.515) y el mojeño trinitario (1.835) mantienen comunidades significativas.
Lenguas en peligro crítico
El censo reveló que varias lenguas cuentan con menos de una decena de hablantes. Es el caso del canichana (9), moré (9), cayubaba (7), machajuyay kallawaya (7), joaquiniano (8) y guarasu’we (1). En situación similar están el baure (11), el machineri (11), el pacahuara (23) y el tapiete (59).

Otros idiomas en riesgo
Lenguas como el leco (62), el puquina (94), el yaminawa (118) y el yuqui (246) presentan cifras muy reducidas, lo que las coloca en riesgo de desaparecer en las próximas décadas si no se aplican políticas de revitalización.
Transformaciones demográficas y urbanización
El censo registró 21.443 personas que no hablan ninguna lengua, 1.822 usuarios de lengua de señas boliviana y 74.589 que no especificaron idioma. El crecimiento urbano en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba muestra cómo el castellano se impone, desplazando a las lenguas originarias en contextos urbanos.
El reto de la preservación
Aunque la Constitución reconoce 36 lenguas oficiales además del castellano, los datos confirman la fragilidad de este patrimonio cultural. Expertos en educación intercultural destacan que la migración, la urbanización y la presión del castellano han reducido el uso de idiomas indígenas, por lo que se requieren políticas urgentes para su enseñanza y preservación.
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