Estados Unidos ha enviado tres destructores lanzamisiles cerca de las costas de Venezuela, una acción que ha reavivado los rumores de una posible intervención militar y ha provocado una inmediata respuesta por parte del Gobierno de Nicolás Maduro.
Objetivo declarado: combate al narcotráfico
La Casa Blanca asegura que el movimiento busca combatir el narcotráfico y que está dispuesto a usar todos los medios del poder estadounidense para detener el flujo de drogas.
Reacción del gobierno venezolano
Maduro calificó el despliegue como una amenaza «inmoral, criminal e ilegal» e instó a los ciudadanos a unirse a la Milicia Bolivariana para defenderse.
El mandatario ha acusado a Washington de intentar un «cambio de régimen» y ha comparado la situación con una lucha de «David contra Goliat».
Tensiones adicionales
Este despliegue se suma a las tensiones recientes, como la recompensa de $50 millones que Estados Unidos ha ofrecido por información que conduzca a la captura de Maduro, a quien acusa de ser parte del «Cártel de los Soles», una organización criminal ligada al narcotráfico.
Análisis de expertos
Analistas consideran que una invasión militar es poco probable y que el despliegue podría ser una operación de corte psicológico para aumentar la presión sobre el gobierno venezolano.
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