El segundo debate presidencial, organizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y transmitido por RTP desde El Alto, contó con la participación de tres candidatos: Pavel Aracena (Libertad y Progreso – ADN), Eduardo del Castillo (MAS-IPSP) y Rodrigo Paz (PDC).
Ausencia de candidatos en el último debate
El encuentro estuvo marcado por la coincidencia en la necesidad de reducir el aparato estatal y por las críticas a los ausentes: Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga, Manfred Reyes Villa y Andrónico Rodríguez. Del Castillo y Aracena acusaron a Doria Medina y Rodríguez de negociar la venta del litio, mientras que Paz cuestionó la falta de presencia de Rodríguez.
Propuestas esconómicas
Durante el primer bloque, sobre crisis económica, los participantes propusieron distintas estrategias para inyectar divisas: Del Castillo planteó atraer 12 millones de dólares, Aracena seis millones, y Paz propuso una reingeniería estatal.
En el eje de productividad e inversiones, Aracena defendió la libertad de producción y exportación, Paz priorizó el apoyo a emprendedores jóvenes y la reducción de impuestos, y Del Castillo anunció un “crédito de vida” para el sector agropecuario.
Propuestas estructurales
En transparencia y eficiencia, los tres coincidieron en reducir el número de ministerios. Del Castillo propuso pasar de 17 a 12, mientras Paz y Aracena plantearon eliminar el Ministerio de Justicia y denunciaron la existencia de “funcionarios públicos fantasma”.
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